El recuerdo del terremoto de 1985 pareciese tan lejano y tan distante que para algunas personas ya no es más que un leve recuerdo, para otros sin embargo se trató de un acontecimiento que marco sus vidas para siempre, un parte aguas.
Para todas las personas de la ciudad de Mexico sin embargo fue una realidad, pasó y no debemos olvidarlo por que como lo experimentamos nuevamente un 19 de Septiembre, suceden en cualquier momento.
No nos olvidemos sin embargo del terremoto ocurrido en las costas de Chiapas el 7 de Septiembre que fue aún más destructivo con su magnitud de 8.2 que es hasta el momento el terremoto con mayor intensidad registrado en México.
En 1985 al ocurrir el terremoto un poco apreciado presidente De La Madrid tardo 36 horas en dirigirse a la nación; hablando de telecomunicaciones 36 horas es un retraso de muerte. Se dice que las primeras horas el presidente quedo aislado de comunicación alguna lo que explica la poca o nula acción de las fuerzas de apoyo en la situación tan trágica.
2017 era un año y un mundo muy diferente, el presidente a los 10 minutos ya había colgado un video en internet (del que muchos hicieron burla) diciendo que se dirigía a la ciudad de Mexico aun a bordo de un avión. Al llegar a la ciudad de Mexico se activaron los mecanismos de atención a desastres y lo demás es historia.
¿Cómo afectan y modifican por lo tanto las comunicaciones a la sociedad?
Nos encontramos en una época en la que había personas que aun debajo de los escombros se dedicaban a twitear su ubicación y su estado, una sociedad que a los minutos ya se encontraba organizando ayuda y asistencia a las construcciones afectadas y los desplomes que provocaron muerte e incertidumbre.
Videos de la experiencia, fotografías de las construcciones caídas, información técnica del sismológico nacional, mensajes de aviso y preocupación a familiares, llamadas y todo lo que pudimos ver fue gracias a las redes de telecomunicaciones que tenemos hoy en día; tecnologías que no poseíamos en 1985.
Gente inclusive era capaz de convocar ayuda y artículos para algunas zonas (algunas sin embargo fueron usadas como bromas) que ayudaron a los demás.
No seamos inocentes por lo tanto, las redes sociales nos mostraron una cara oculta, igualmente nos han traído nuevas problemáticas como las noticias falsas, bromas e información sin corroborar.
Fuimos afortunados, no sé cómo mas llamarle, fuimos muy afortunados de que el temblor fue 30 veces menos intenso que el de 1985 las redes se comportaron a la altura y a no ser por congestión, las redes funcionaron adecuadamente.
¿Quieres saber que tan afortunados fuimos en la ciudad de Mexico?
Las personas que sufrieron el terremoto días antes en el Istmo de Tehuantepec no están tan familiarizadas como nosotros con la tecnología y las telecomunicaciones; es la razón de que no se ha realizado tanta propaganda mediática para las personas fuera de esas zonas. Mismo caso en Morelos donde la situación es completamente emergente, casas destruidas, personas muertas y demás. ¿Acaso las comunicaciones pueden ser un medio para salvar vidas? En mi opinión sí.
Sigamos apoyando a nuestros hermanos en los lugares que sean necesarios, no dejemos que la solidaridad desaparezca. Difundamos el uso de la tecnología que puede salvar vidas.
Hasta la próxima
